quarta-feira, 10 de junho de 2009

Folhas - Letras & outros ofícios nº 12

ENTRE LAS BARCAZAS DORMIDAS EN LA RIA


Entre las barcazas dormidas en la ria
la música del mar inventa peces,
rayos de sombra e plata que recoge
un violinista rumano marcado por los rumbos.

Vamos de la mano, mi amor, entre palomas
llenándonos la boca de palabras nuevas.

Hay una plaza de superfície marina.
En su marea trae velas desplegadas
la historia de la sal, el canto de los hombres.

Fue en Aveiro, tal vez, un día sin metales
que nació cierta luz de mediodía,
un brillo de manzana antigua o de guitarra
que enarboló hermandades en el canto

o talló el salitre hasta erigir la luna
o le abrió camino al corazón mas puro
de la casa.

Qué me dices Orlando?
Cómo fue erigida la Casa de Aveiro?
Con que sangres y sueños resplandece
ahora como una simple muchacha?

Qué me dices António Luís de los gerânios?
De la mujer que vende su pan en la plaza,
un pan que es como un estallido de gerânios.

Gabriel Impaglione
(Argentina)

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